BioElements -empresa chilena de biotecnología y economía circular que produce bioplástico sostenible- inició este año con buenas noticias.
Junto al área de Banca de Inversión de BTG Pactual, cerraron una ronda de inversión por US$ 30 millones, a través de su fondo de impacto ESG, lo que -se espera- le permitirá a la compañía nacional consolidar su crecimiento en la región e impulsar su área de investigación y desarrollo (I+D).
La compañía, fundada en el año 2014, busca ser una alternativa ecológica al plástico convencional a través del desarrollo de la Resina BioE-8, compuesta de material biobasado -que procede de la biomasa de materias primas renovables- y biodegradable en un tiempo que fluctúa entre los 6 a 20 meses.
Cuentan con una variedad de productos que incluye bolsas, films y envases, que tienen la capacidad de biodegradarse en todo tipo de medios ambientes, incluyendo vertederos, composteras y lugares acuosos.
Este levantamiento de capital se convierte en el primero que realiza la compañía desde su creación, con el que espera llevar a cabo un plan de crecimiento de un 83% en Latinoamérica a través de sus principales unidades de negocio: soluciones Mundo Retail, Mundo industrial y Mundo Agro, entre otros.
Desarrollo en países
Ignacio Parada, CEO y cofundador de BioElements, cuenta que la idea de esta ronda de inversión surgió a principios de 2022, con el objetivo de “tratar de incentivar y crecer de una manera más acelerada”.
“Nos pusimos como meta US$ 30 millones, y eso fue lo que logramos. “El packaging es un problema medioambiental y social importante, y así lo están viendo también los inversores”, dice el directivo.
A la fecha, BioElements -que cuenta con el sello de Empresa B- tiene operaciones en cinco países además de Chile: Perú, México, Colombia, Brasil y Estados Unidos, y, si bien comenzarán creciendo en todos ellos, es en estos dos últimos donde apuntarán a fortalecer su desarrollo a través de esta inversión.
“Por el lado de Brasil es un tema más que nada estratégico, ya que BTG Pactual es brasileño. Estamos operando desde hace ya un año en el país, y logramos sacar la certificación de nuestros productos con la Universidad Federal de Río Janeiro, por lo que la idea es seguir sacándole provecho a eso”, afirma Parada.
Por otra parte, el trabajo hacia Estados Unidos estará enfocado hacia fines de este año y los primeros meses de 2024.
Parada explica: “Abrimos recién en el país, y estamos viendo una adquisición en ese mercado que se pueda desarrollar en ese periodo”.
Nuevos productos
El gerente cuenta que los primeros productos con los que comenzó a incursionar BioElements fueron las bolsas y empaques biodegradables para el rubro del retail y el e-commerce. Sin embargo, hace un año decidieron ir más allá, y lanzaron una nueva línea de negocios para el sector industrial.
“El objetivo de sacar esta nueva área era tratar de salir un poco del tema de las bolsas, y poder adentrarnos en lo que realmente ocurre en el supermercado. Todos los productos, sin importar la categoría que sean, se comercializan en envases, y para realmente marcar la diferencia como una solución para la industria que esté en contacto con y sin alimentos”, explica.
En esa línea, el monto obtenido de la ronda de inversión también se destinará al desarrollo de su área de I+D, principalmente en lo relacionado al desarrollo de nuevas formulaciones para crear envases y empaques para la industria de los productos cárnicos y lácteos, y lograr masificarlos.
Hasta la fecha, la compañía trabaja con más de 150 empresas en total en los seis países.
Además, un factor que, según Parada, los beneficia en ese aspecto, es que “la tecnología que creamos puede ser utilizada en cualquier maquinaria de plástico convencional existente”.
Esto significa que las fábricas de productos basados en plástico convencional pueden incorporar su materia prima sin ser necesario hacer grandes cambios en nuevas maquinarias, añade el CEO de la empresa nacional.
Sobre la elaboración de estos productos, el cofundador señala que un factor importante que ya han comenzado a incorporar en sus procesos es definir cuál es la huella de carbono que tienen los distintos envases, donde en 2022 realizaron el primer estudio de dióxido de carbono (CO2) sobre los productos, que evidenció que estos “lograrán reducir un 60% de emisiones de CO2 en comparación con el resto de los tipos de plásticos”, destaca Parada.