En una batalla legal que ha captado la atención de la industria de las criptomonedas, Coinbase está aprovechando un importante fallo judicial para fortalecer su posición contra la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC).
El fallo en cuestión provino de la jueza Amy Berman Jackson en el caso SEC v. Binance, donde se determinó que las ventas secundarias del token BNB de Binance no califican como transacciones de valores según las pautas de la prueba Howey.
Acusaciones de elaboración de normas inconsistentes
Esta decisión ha proporcionado a Coinbase un precedente judicial para desafiar el enfoque regulatorio actual de la SEC. La confrontación se intensificó cuando Coinbase acusó a la SEC de establecer normas inconsistentes y arbitrarias.
En una carta enérgica de sus abogados, Coinbase criticó a la SEC por no tener una explicación clara y coherente de sus procedimientos regulatorios, acusando a la agencia de intentar aplicar estas reglas retroactivamente en la industria de activos digitales a través de acciones legales agresivas.
La tensión entre Coinbase y las agencias federales se intensificó cuando Coinbase presentó una demanda el 27 de junio contra la SEC y la Federal Deposit Trust Corporation. La demanda alega que estas agencias conspiraron para excluir a la industria de las criptomonedas del sector bancario.
Además, los acusa de violar la Ley de Libertad de Información al no proporcionar la documentación necesaria sobre las deliberaciones normativas, en particular en lo que respecta a la transición de Ethereum a un ecosistema de activos digitales basado en staking.
Este desafío legal no es el primer caso en el que se cuestiona la clasificación de activos digitales por parte de la SEC. En 2018, el entonces director de finanzas corporativas de la SEC, William Hinman, declaró que la criptomoneda de Ethereum, ETH, no era un valor, citando su protocolo de contrato inteligente descentralizado.
Esta declaración jugó un papel crucial en la defensa de Ripple Labs contra las acusaciones de la SEC de que el token XRP de Ripple era un valor no registrado. Ripple Labs argumentó que la SEC carecía de criterios consistentes para definir qué constituye un “contrato de valores”.
Crítica interna y complicaciones judiciales
Las inconsistencias en el enfoque de la SEC no han pasado desapercibidas dentro de la propia agencia. El comisionado de la SEC, Mark Uyeda, ha criticado abiertamente los tratos problemáticos de la SEC con el sector de las criptomonedas, lo que refleja desacuerdos internos sobre la estrategia de la agencia.
El panorama legal se complicó aún más con otro fallo de la jueza Analisa Torres en el caso SEC v. Ripple Labs.
El juez Torres estableció que si bien las ventas secundarias de XRP no constituyeron la venta de valores no registrados, las ventas iniciales a inversores institucionales sí lo hicieron, basándose en la naturaleza de las transacciones en lugar de las características del activo digital en sí.
En medio de estos enredos legales, el entorno político y regulatorio de las criptomonedas en Estados Unidos está mostrando señales de cambio.
Entorno político y regulatorio cambiante
Los inversores de riesgo en el sector de las criptomonedas han notado un cambio en las actitudes políticas hacia la industria, que quedó en evidencia cuando los fondos cotizados en bolsa de Ether al contado recibieron una rápida aprobación en mayo. Esta aprobación impulsó significativamente la confianza del mercado, demostrando una postura regulatoria más flexible.
La respuesta legislativa también ha sido notable. La Cámara de Representantes aprobó la Ley del Siglo XXI (FIT21) con apoyo bipartidista en mayo.
Esta ley tiene como objetivo aclarar el papel de las agencias gubernamentales en la regulación de los activos digitales, abordando una demanda persistente del sector de las criptomonedas de pautas más claras.
A pesar de estos avances positivos, aún quedan desafíos por resolver. Cosmo Jiang, socio gerente de Pantera Capital, ha observado una tendencia de los emprendedores de blockchain a trasladarse al extranjero debido al entorno regulatorio incierto en los EE. UU. Jiang expresó su preocupación por la pérdida de una generación de emprendedores talentosos que han trasladado sus operaciones a jurisdicciones más amigables con las criptomonedas.
La reciente queja de la SEC contra Consensys, la empresa matriz de la billetera MetaMask, resalta aún más los desafíos regulatorios que enfrenta la industria.
La denuncia, presentada el 28 de junio, acusa a Consensys de operar como un corredor no registrado y de participar en la venta de valores no registrados desde 2020. Consensys ha respondido argumentando que la SEC carece de autoridad para regular interfaces de software como MetaMask.
A medida que el clima político en torno a las criptomonedas continúa evolucionando, los actores del sector se mantienen cautelosos. Carlos Pereira, socio de Bitkraft Ventures, señaló las diversas reacciones de las campañas políticas ante la creciente popularidad de las criptomonedas.
Señaló que los resultados de las próximas elecciones presidenciales de noviembre podrían tener un impacto significativo en la industria y que las distintas administraciones podrían adoptar enfoques regulatorios divergentes.